En el Centro Harmonía ya podemos ofreceros esta efectiva terapia neurosensorial que aporta juventud y luminosidad al rostro. Mediante un conjunto de masajes faciales, tonifica la piel y tensa los músculos del rostro, equilibra la energía vital y mejora la salud general.
Al masaje Kobido se le suele llamar en Occidente Lifting Facial Natural, dado que consigue los mismos efectos que un lifting pero de forma natural, utilizando productos ecológicos y naturales, además de aromaterapia. No utiliza ningún componente químico ni quirúrgico.
En este masaje se trabajan los 16 músculos faciales superficiales y específicamente puntos neurosensoriales y meridianos energéticos que van a influir de manera notable sobre la nutrición celular y la circulación de la energía, eliminando toxinas (se realiza drenaje linfático), estimulando la producción de colágeno y elastina, y atenuando las arrugas y la tensión del rostro.
Kobido: una técnica multiefectiva
Efecto reductor y corrector: del mismo modo que el ejercicio reafirma y tonifica el cuerpo, el Masaje Facial Japonés fortalece y tonifica la musculatura facial ayudando a prevenir la flacidez y las arrugas.
Efecto radiante: aumenta el riego sanguíneo de la piel, favoreciendo la eliminación de células muertas, aumentando la luminosidad, dando un aspecto saludable y una sensación fresca y juvenil del aspecto de la piel. También incrementa el aporte de nutrientes más eficientemente, reduciendo y ralentizando los signos visibles del envejecimiento.
Efecto terapéutico: el Masaje Facial Japonés incrementa la temperatura de la piel facilitando la liberación de toxinas profundamente fijadas, a las que los limpiadores no alcanzan. Al aumentar la temperatura se activa el sistema linfático, lo que le permite transportar y eliminar más eficientemente las bacterias y las toxinas de las células de la piel.
Efecto regulador: con esta técnica se aumenta la capacidad de la piel para retener la hidratación, creando una barrera emoliente contra la evaporación.
Efecto relajante: el Masaje Facial Japonés libera las contracturas del tejido muscular, permitiendo una buena irrigación sanguínea por toda la superficie del rostro. Esto aporta oxígeno y nutrientes hasta las células de la piel. Únicamente cuando la circulación sanguínea se ve mejorada, las células de la piel pueden repararse y rejuvenecerse por sí mismas.
Un tratamiento de reyes y emperadores
El Kobido se encuentra dentro de la medicina natural china, cuyos orígenes se remontan a los tiempos del Emperador Huan-Di (2698 al 2598 a. C.).
En el año 1472, la Emperatriz de Japón, al solicitar sus tratamientos de belleza requirió específicamente el masaje Kobido, convirtiéndose en un tratamiento exclusivo de la familia imperial, por lo que el Kobido es un masaje que pocos ciudadanos de Japón conocen y aún menos han experimentado.
Según la tradición japonesa, la belleza es un reflejo del equilibrio entre mente, cuerpo y espíritu, y este se refleja en el rostro.
Basado en técnicas ancestrales
El Lifting Facial Japonés tiene una larga historia, lo que ha hecho que se haya ido perfeccionando con el tiempo y que sea refinado y eficaz. Es una técnica que combina un protocolo facial estético con un masaje de reflexología facial y la liberación de la fascia, desarrollada y modificada durante los últimos quinientos años.
El conocimiento de este masaje facial solo se trasmitía del maestro al alumno. El maestro Ito, que fue durante 50 años el Gran Maestro del Linaje Kobido, designó a Shogo Mochizuki como sucesor. En 1984 Shogo Mochizuki se traslada a Estados Unidos donde comienza a enseñar y difundir este arte Kobido, al que se conoce también como Lifting Facial Japonés, Tratamiento neurosensorial, lifting sin cirugía o masaje facial Kobido.
Quien puede beneficiarse del Kobido?
El Kobido es adecuado para todo tipo de personas, hombres y mujeres que tengan cualquier afección en la piel, aunque sus beneficios no son solo cosméticos. Sus movimientos en el cuello, rostro y cuero cabelludo producen una profunda relajación y alivio de dolores y molestias, traen una gran cantidad de oxígeno a la piel, lo cual produce la eliminación de toxinas y de células muertas. Los nutrientes pueden entonces llegar libremente a las áreas donde se necesitan e incrementar la capacidad de regeneración celular. Se estimula a nivel profundo la producción de colágeno, el cual, al ir surgiendo, va eliminando a su paso arrugas y líneas de expresión. El resultado es un rostro fresco, relajado, tonificado y elástico, características propias de la juventud. Es por esto que en Europa se le conoce como «la cirugía facial sin bisturí».
Junto a estos beneficios, el masaje Kobido también es de gran utilidad para las manchas de la edad, para la piel grasa o seca, para el acné, la migraña o el dolor de la articulación del ATM (temporomandibular). También es ideal para todo tipo de personas que tengan cualquier afección a la piel como la psoriasis, rosácea y principalmente el envejecimiento de la piel.