Club Diario de Mallorca
«La medicina tradicional deja al paciente en manos de la química»
Los facultativos Felip Ramis y Jordi Reina debaten sobre los claroscuros de las terapias alternativas
15.04.2015 | 01:05 Los doctores Jordi Reina y Felip Ramis, durante el coloquio celebrado ayer. xisco albertí
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- «La medicina actual olvida el entorno emocional del paciente para intentar reequilibrar su reserva de salud»Felip Ramis García, facultativo de medicina integrativa«Si tengo dolor de cabeza no me pondré una cataplasma porque dudo que tenga los mismos efectos analgésicos»Jordi Reina, jefe de virología de Son Espases
I. Olaizola Palma
«¿Por qué los médicos no estudian botánica, asignatura que sí tienen los farmacéuticos? Porque la medicina tradicional ha dejado al paciente en manos de la química olvidándose de la fitoterapia (la que estudia la utilización de las plantas medicinales y sus derivados con finalidad terapéutica, ya sea para prevenir, para aliviar o para curar las enfermedades), por ejemplo», sostuvo ayer el doctor Felip Ramis, facultativo que practica lo que denomina medicina integrativa y que calificó a la ciencia médica, en general, como «un gran árbol con unas profundas raíces y con múltiples ramas».
Esta y otras consideraciones se hicieron a lo largo del debate ofrecido ayer en el Club de este rotativo sobre la medicina científica frente a las terapias alternativas y que, como defensor de la primera, también contó con la participación de Jordi Reina, jefe de virología de Son Espases, que se declaró como un firme partidario del «rigor científico y de una medicina basada en la evidencia».
«Si yo tengo dolor de cabeza, no me pondré una cataplasma o me tomaré una infusión porque dudo de que estos remedios tengan los mismos efectos analgésicos y antiinflamatorios que un ibuprofeno, por ejemplo», sostuvo el doctor Reina, que reiteró que no le convence una «medicina intuitiva» que, abundó, «necesita de una mentalidad dispuesta a creer en que esos remedios funcionarán».
Por ello, el jefe de virología de Son Espases solo admitió estas nuevas terapias como medicina complementaria y nunca como alternativa frente a los métodos científicos y siempre para problemas de salud poco importantes, banales. Este facultativo sí admitió que la medicina «oficial» se ha tecnificado y deshumanizado mucho y que quizá el auge que están alcanzando las nuevas terapias radique en que dedican más tiempo para conocer la problemática individual de cada paciente.
En este sentido sí coincidió su oponente en el coloquio de ayer, que recalcó que «cada medicina tiene su espacio o lo busca» y que apostó por una práctica holística, término que definió como el antónimo de la especialización que hoy rige el modelo de medicina que se practica mayoritariamente. «La medicina actual olvida el entorno emocional del paciente, saber qué come, qué es lo que siente para intentar equilibrarle su reserva de salud. Se ha separado lo inseparable», interpretó Ramis.
«Si un paciente me viene con una ciática, en lugar de ponerle catorce inyecciones intramusculares prefiero tratarle con varias sesiones de acupuntura con las que probablemente conseguiré mejores resultados», recalcó este profesional que se autodefinió como un facultativo licenciado por la Universidad de San Pablo en 1982 y practicante de la medicina integrativa que apuesta por la aproximación holística al paciente.
«La medicina integrativa aprovecha los recursos de la científica y se basa no solo en el diagnóstico de la enfermedad, sino más bien en el del paciente, por qué ha sido visitado por la enfermedad».
Y mientras el doctor Reina concluyó que esta medicina alternativa no cura nada, tan solo alivia los síntomas, concedió, el doctor Ramis aludió a los recientes estudios de la fitoterapia que, dijo, están demostrando que la inflamación crónica estaría detrás del alzheimer, mal que asimismo podría ser tratado con antioxidantes, según esta terapia natural.
El defensor de las nuevos tratamientos sí se mostró partidario de las vacunas, aunque lamentó la presencia de aluminio en ellas y, en general, apostó por dar al paciente solo las dosis de fármacos adecuadas para activar su sistema inmunitario. A lo que Reina contrapuso que el aluminio solo está presente –en dosis muy bajas, recalcó– en las vacunas adyuvantes que se inoculan a los pacientes mayores precisamente para eso, para estimular su sistema inmunitario.